El TEPT, por sus siglas: Trastorno por Estrés Postraumático, tiene costes a nivel económico, como la mayoría de los trastornos emocionales y mentales. Pero, ¿Y si pudiéramos predecir quienes son vulnerables y prevenir antes que lamentar? Al igual que se hace con otras enfermedades como la diabetes. Esta investigación intenta resolver estas cuestiones.

No siempre es posible proteger del todo a nuestros niños y adolescentes. Sin que lo esperemos, pueden encontrarse con alguna experiencia potencialmente traumática (EPT).

Después algunos adolescentes pueden desarrollar el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

Una amplia investigación realizada por el Boston Children’s Hospital nos ayuda a identificar que adolescentes tienen mayor probabilidad de desarrollar este trastorno.

La intensión del estudio es que sea posible brindar prevención y un tratamiento exitoso para esta población vulnerable.

Los reportes de esta investigación aparecen en el Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. Y fueron dirigidos por Katie McLaughlin, PhD, de los Departamentos de Pediatría y Psiquiatría del Hospital Infantil de Boston.

Se analizaron los datos de 6,483 pares de padres y adolescentes de entre 13 y 17 años que se basaron en entrevistas de larga duración. Cuestionarios auto-administrados que evaluaron la exposición de por vida a:

  • La violencia interpersonal,
  • Accidentes o lesiones,
  • Internet / testigos y otras EPT, junto con trastorno de estrés postraumático ya presente,
  • Así como también angustia, miedo, comportamiento y abuso de sustancias.

En general, el 61 % de los adolescentes (de 13 a 17 años) habían estado expuestos a por lo menos a un EPT en su vida.

Incluyendo la violencia interpersonal, (como la violación, el abuso físico o ser testigo de violencia doméstica). Lesiones, desastres naturales y la muerte de un amigo cercano, o miembro de la familia. El 19% había experimentado tres o más de estos eventos.

Factores de riesgo fuertemente asociados al Trastorno de Estrés Postraumático:

  • La falta de ambos padres biológicos en el hogar.
  • Trastornos mentales preexistentes, particularmente de los trastornos de conducta como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno negativista desafiante.

De todos los adolescentes expuestos al trauma, el 4,7 por ciento había experimentado TEPT según los criterios diagnósticos del DSM-IV.

Los factores de riesgo para el TEPT incluyen:

  • El Género Femenino: De la muestra total, las niñas tuvieron una prevalencia de TEPT del 7.3 por ciento, y los niños 2.2 por ciento.
  • Eventos relacionados con la violencia interpersonal: La prevalencia de TEPT fue de 39 % de los adolescentes que habían sido violados. Y 25% para aquellos abusados ​​físicamente por su tutor.
  • También los trastornos de ansiedad y estado de ánimo son un factor de riesgo.

Factores de riesgo de la falta de recuperación del TEPT incluyen:

  • El trastorno bipolar subyacente, la exposición a un evento traumático adicional, vivir en la pobreza y pertenecer a la población nativo americana.

Los autores de la investigación afirman:

“Tenemos la oportunidad de reducir el porcentaje de población con trastorno de estrés postraumático. Tanto mediante las intervenciones preventivas oportunas a raíz de los EPT a las personas con mayor riesgo de trastorno por estrés postraumático. Y proporcionar tratamiento a las personas que son menos propensas a recuperarse de manera espontánea”

Referencias:

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