¿Qué constituye una relación sana? Las relaciones sanas son algo parecido a sentirse bien con el cuerpo, o la autoestima
…hasta que la rutina, la falta de ella o los preconceptos de las partes hacen estragos, entonces cada cual necesita recordatorios ocasionales acerca de su valor y más importante aún:
Recordatorios de lo que construye una relación sana. Son también (al igual que la autoestima) hojas de ruta para encontrar una vida en la que eres feliz, conseguir lo que quieres (y mereces), y celebrar de todo lo que tienes que ofrecer a otras personas.
Espero que esto tenga un efecto parecido a una limpieza dental (en la cual apenas se necesita hacer algo) o una visita rápida al quiropráctico. Sólo algo para reforzar tu propio valor y realinearte con algunas verdades importantes. Es importante recordar a las personas lo que construye las relaciones saludables y no tan saludables. Y aquí lo comparto.
Debido a que incluso las mejores relaciones, “más perfectas” requieren evaluación… un registro, para volver a evaluar los límites, asegurarse de que se están comunicando, y asegurarse de que están haciendo todo lo posible para apreciar lo que hacen el uno por el otro. Algo del “trabajo duro” que se necesita para estar en una relación saludable es el tacto al hablar… ¿Sabes de qué hablo? Como recordar decirle a tu pareja por qué es “el queso de tus macarrones” 😜. Porque ser el queso de tus macarrones es tan importante como ser un buen comunicador.
1. El Respeto es lo Mínimo
Como mínimo, debes estar en una relación con alguien que te respete. Alguien que es bueno para ti. Alguien que te gusta y que se da cuenta del tesoro que tiene. Lo creas o no, muchas personas realmente no han captado este concepto. Si tu relación, en general, no te tiene feliz con más frecuencia que triste, solo/a, enojado/a o frustrado/a, puede que no sea para ti.
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2. La Confianza lo es Todo
Sin confianza, no hay relación. Eres una buena persona, de confianza, adulta, y que no necesita una niñera. Entiendes el impacto de tus decisiones y las consecuencias (buenas o malas) que provienen de tus opciones. No necesitas a alguien más revisando frecuentemente a donde vas, con quien estás, que vistes, con quién estás enviando mensajes, y a quien le das like en redes sociales etc. Sin confianza, no hay relación.
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3. La Comunicación es la Clave
La comunicación es la diferencia entre una relación madura y sana, y una en el que dos personas enojadas cierran de golpe un montón de puertas y se sienten perpetuamente en un gran mal entendido. Es necesario comunicar todo, desde lo que quieres para la cena, la forma en que los comentarios de tu futura suegra te hacen sentir, a lo mucho que amas cuando tu pareja canta en la ducha. Sin embargo, recuerda que la comunicación no es sólo lo que dices, es también el lenguaje corporal, la forma en que escuchas, y la forma de poner la comunicación en acción.
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4. El Amor No Siempre es Hermoso
Puedes estar en una relación sana a largo plazo y tener momentos en los que literalmente, no puedes soportar ver a tu pareja. Esta sensación puede durar días o semanas. Y puede ser seguido por un período más feliz, lleno de entusiasmo y romance. Habrá ocasiones en las que amas, pero no te gusta tu pareja. Habrá ocasiones en las que deseen estar solos, y tal vez ocasiones en las que te preguntas si la relación es aún lo que deseas. La buena comunicación y el respeto van ayudarlos a sobrepasar todos estos momentos difíciles totalmente normales.
Por otra parte, también puedes estar completamente enamorado/a de alguien que es completamente malo para ti, incluso alguien que abusa de ti. A veces el amor es una elección. A veces está fuera de nuestro control. El amor es una cosa extraña y caprichosa, y no es siempre el mejor barómetro para medir lo que hace que -en una relación valga la pena el trabajo que se hace para mantenerla sana, o dejarla cuando no lo es-.
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5. Las Peleas son Buenas y Malas
Una buena pelea es justo lo que debería recetar el médico a veces, cuando hay problemas persistentes o que han estado presentes siempre y sólo hay que resolver ya. Muestran que eres apasionado/a, que te preocupas por tu relación, y que no eres una presa fácil que automáticamente cumple con los deseos y opiniones de la pareja. Una pelea al grado de “discusión apasionada” puede ser totalmente normal y saludable. Pero cuando todo lo que hacen es pelear, cuando la pelea se vuelve insultante y pierde dirección, se hacen daño, y cuando los límites de respeto o violencia, se cruzan: es cuando pelear es malo.
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6. La Violencia Nunca Está Bien
Es obvio que tú sabes si tu pareja es físicamente o sexualmente violenta, y emocionalmente abusiva… que está fuera de lo normal. Puede ser difícil o imposible que puedas salir ahora mismo de la relación, pero confía en que lo harás. Puedes hacerlo. Eres lo suficientemente valiente y lo suficientemente fuerte. Y no es tu culpa. Incluso cuando creas que lo provocaste. Incluso si ya lo sabías. Ninguna persona debe jamás dañar a otro ser humano física, emocional, mental o sexualmente. Punto.
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7. Los Límites Nos Protegen a Todos
Tenemos que enseñar a los demás cómo queremos ser tratados y qué comportamientos son aceptables. Tener límites no significa cosas como prohibirle todo o que se olvide de ti. Los limites tienen una mala reputación. Pero en realidad, son como poner de manifiesto la forma en que queremos ser tratados. Los límites pueden ser por tu privacidad, cómo le hablan las personas, que no deseas permitir en tu vida, y qué tipo de sexo tendrán. Es importante establecerlos y respetarlos cuando el otro haga lo mismo.
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8. Uno Más Uno, No es Igual a Uno
Tú eres una persona completa, independiente. Tú tienes lo tuyo. Tienes tus propios amigos. Tienes intereses, aficiones y objetivos que te pertenecen sólo a ti. En una relación sana, eso no cambia. No te conviertas en “la mitad de la naranja”. Y mientras que una ruptura puede devastarte, no es algo a lo que no puedas sobrevivir. Debido a que puedes cuidar de ti mismo. O, debido a que aún haces lo tuyo. Debido a que tienes una relación sana con tu familia y amigos. Puesto que elegiste estar con las personas, no por necesidad. Eres una persona en una relación, no sólo parte de alguna pareja definida.
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9. Todos Mentimos
Todos decimos mentiras blancas. De hecho, a veces las pequeñas mentiras blancas son las que mantienen las relaciones sanas y felices. Estoy hablando de mentiras como “te ves tan hermosa en ese vestido” o “Me gustaría ir a comer con tu hermana”. Las mentiras sobre cosas grandes, como el dinero, la infidelidad, sentimientos importantes, y las decisiones que afectan a ambos, no están bien. Depende de ti y tu pareja poner límites sobre las mentiras, y ser siempre honestos y confiables cuando es necesario.
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¿Tienes más ideas para construir una relación sana? ¿Algo que puedas aportar de tu experiencia? Tal vez, esa idea puede ayudar a alguien. No te olvides de compartirla en los comentarios 👇. Sígueme por redes, y comparte 😘.